Atmósfera detallada: Karla Uribe de Materia

Ella prefiere hablar desde la colectividad. Karla Uribe se despoja del nombre propio para hacer eco de Materia, el taller donde ocupa un puesto directivo. Su discurso no denota jerarquías, es una voz que se teje en un ámbito horizontal, en un espacio donde las personalidades coinciden y los esfuerzos se materializan en una instancia mayor, susceptible de ser y documentarse.

 

 

Lo anterior explica, por ejemplo, la fundación del concepto “atmósfera detallada”, punto de fuga donde convergen todos los involucrados en Materia: “Detallamos los espacios al cien pensando en quiénes los van a vivir y cómo los van a vivir, porque no todas las personas viven un espacio de la misma manera”, explica la arquitecta.

En el manifiesto del taller se lee: “La metodología de nuestro proceso creativo considera los elementos contextuales del sitio y del usuario, así como los requerimientos específicos de cada proyecto como referencia de diseño. Conceptos como masa, luz y contraste son preceptos fundamentales en la materialización de los espacios proyectados”. ¿Qué implica la metodología de la atmósfera detallada? En primera instancia: pensar y repensar en torno al proyecto: “De la primera etapa obtenemos el mejor provecho y es por eso que le dedicamos mucho tiempo, para pensar e imaginar el lugar”.

 

 

Después de esta fase los recorridos conceptuales comienzan a esbozar los elementos que se cruzarán en el camino del usuario dentro de la atmósfera: piezas colocadas a propósito para provocar a partir de las muy diversas formas y los muy variados ángulos de percepción. “Nos gusta que nuestros proyectos estén bañados de luz”, indica Uribe. Hasta aquí la transición del espacio al lugar habitable como posibilidad ha sido, a lo sumo, una odisea mental que tocará sus primeros cimientos en el papel. Uribe y su equipo son arquitectos de lápiz y papel, acaso aprovechan las prestaciones de los renders a computadora, pero solo hasta el punto en que permiten seguir estudiando la materia que toma forma.

 

 

Otra de las declaraciones de principios del estudio, siempre de acuerdo a su propio lenguaje, es que Materia practica la “depuración artesanal” y se esmera en la “técnica del detalle construido”. Se entiende, pues, esta apuesta por desarrollar renders apenas esquemáticos, mas no hiperrealistas, con tal de explorar al objeto conformado a partir de un elemento básico: “Apostamos mucho por las maquetas”, explica la arquitecta. En este punto, la atmósfera detallada, en tanto posibilidad, aún tendrá que enfrentarse al sitio. “Una vez estando en el lugar, la naturaleza te habla. El espacio te indica cómo se viste”. Nuestro lugar habitable, por fin, comienza a tener una presencia detectable en el mundo físico. Falta aún que hable, que comunique, que sea.

 

 

El futuro usuario, dice Uribe, suele andar este camino junto a Materia. “Nos gusta que sean cómplices del trabajo”. Así se lidia con el nerviosismo, la expectativa y las pequeñas sorpresas conforme el espacio va dejando atrás las facciones amorfas de las primeras materialidades, para descubrirse como una entidad viva que ya anuncia cómo habrá de vivirse. “Nuestra arquitectura siempre está tratando de ir más allá”, asegura Uribe. Esto exige talento, pero aún más, aptitudes transversales como rigor, responsabilidad, trabajo a detalle y pasión por acercarse al fondo de las cosas.

Esta entrevista forma parte de nuestro especial Insignias 2018, de venta en Sanborns.

Entrevista: Omar Magaña

Fotos: Jaime Navarro

Retrato: Yaatzil Ceballos

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