Carsten Höller: el parque en el museo

Una de las exposiciones más esperadas de este año en el Museo Tamayo de la Ciudad de México es la del artista alemán radicado entre Estocolmo y Ghana: Carsten Höller, quien mostrará su trabajo por vez primera en el país.

 

Pill Clock (red and white pills), 2015. Vista de instalación: Carsten Höller: Decision, Hayward Gallery, Londres, Reino Unido (2015). Cortesía del artista © Carsten Höller. Foto: Attilio Maranzano

 

Con exhibiciones en varias ciudades del mundo que incluyen el Guggenheim de Nueva York, la Hayward Gallery en Londres o las Bienales de Venecia y Lyon, en Francia, Höller, formado inicialmente como entomólogo, ha consolidado su arte como un análisis de la naturaleza de las relaciones humanas.

 

Upside-Down Goggles, 1994-en curso. Vista de instalación: Carsten Höller: Decision, Hayward Gallery, Londres, Reino Unido (2015). Cortesía del artista © Carsten Höller. Foto: Elzbieta Bialkowska

 

Las piezas imaginadas y creadas por Höller se sitúan entre lo lúdico y lo inquietante: qué tanto es diversión, qué tanto da un poco de miedo. The Flying Machine (1996), por ejemplo, se trató de una instalación que llevaba a los visitantes a volar por los aires a una distancia no tan lejana del suelo; en contraparte, está Glass Skylide (2006), una gigantesca resbaladilla transparente que fue colocada en el exterior del edificio más alto de Los Ángeles y que atravesaba varios pisos de la torre.

Para Sunday, título de la exposición que se inaugura hoy en el Tamayo, Höller seleccionó un conjunto de obras que evocan a las tardes de domingo en un parque de diversiones en las que, al igual que en el resto de su producción, se invierten experiencias aparentemente simples: tomando la arquitectura brutalista del museo, el artista realizó Decision Tubes, una estructura de red y metal suspendida en el centro del museo. Esta pieza está basada a su vez en Decision Corridors, presentada en Londres, y en la que la estructura obligaba al visitante a seguir curvas y corredores, decidiendo, casi a ciegas, qué camino tomar.

 

Seven Sliding Doors, 2014. Vista de instalación: Burning Down the House, 10va. Bienal de Gwangju , Gwangju, Corea del Sur (2014). Cortesía del artista © Carsten Höller. Foto: Attilio Maranzano

 

A disposición del visitante se encontrarán los Upside-Down Goggles (1994), unos lentes que alienan y desorientan, y con los que podrá recorrer el resto de las exposiciones. Otras piezas presentadas son Double Neon Elevator (2016) que simula un elevador a través de patrones de luz; Six Sliding Doors  (2014) un corredor de puertas automáticas ubicado en la entrada del recinto que crea interrupciones del reflejo de quien pasa.

 

Double Neon Elevator, 2016. Vista de instalación: Doubt, Pirelli HangarBicocca, Milán, Italia (2016). Cortesía del artista, con apoyo de INELCOM, Madrid © Carsten Höller. Foto: Attilio Maranzano

 

Destaca Two Roaming Beds (2015) pieza que invita a dos visitantes a pasar la noche en el museo a bordo de dos camas que se mueven lentamente por la sala. Antes de ir a dormir, los invitados se lavarán los dientes con Insensatus Vol. 1, (2014) una pasta dental que les hará tener regresiones vívidas durante el sueño.  

En Sunday estarán también algunas reiteraciones a obras pasadas de Carsten Höller, que en conjunto con las demás, vuelven a la exposición una visita obligada para la primavera dominical capitalina.

 

Texto: Yaheli Hernández

Crédito de portada: Light Wall, 2000/2017. Vista de instalación: Henie Onstad Sanatorium, Høvikodden, Noruega (2017). Cortesía del artista y Henie Onstad Kunstsenter, Hovikudden © Carsten Höller. Foto: Attilio Maranzano, cortesía Museo Tamayo

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