“Estoa busca generar sentido de pertenencia”: Tatiana Bilbao

Estoa

La Universidad de Monterrey (UDEM) celebró su 50 aniversario con una nueva imagen de cara a la ciudad. Las palabras de Álvaro Fernández Garza, presidente del Consejo de la UDEM, y del rector Mario Páez González, precedieron en la explanada al corte de listón, con el Centro Roberto Garza Sada, la escultura Teorema lunar de Manuel Felguérez y el paisaje de una ciudad rodeada de montañas como fondo, para dar lugar a una conferencia de la autora del proyecto Estoa: la arquitecta Tatiana Bilbao.

El programa de Estoa contempla una plaza semiabierta a la comunidad, así como espacios de convivencia tanto para estudiantes como para oficinas administrativas, bajo lineamientos LEED y certificado con el reconocimiento internacional para edificios sustentables. El paisajismo es obra de René Bihan, de la reconocida firma internacional SWA.

Estoa es una palabra que proviene de “estoicismo”, la práctica filosófica que utilizaba Zenón de Citio al enseñar a sus discípulos en Atenas. Esta referencia adquiere mayor sentido al tomar en cuenta el propósito del edificio: “Enriquecer la vida estudiantil, mejorar la experiencia de su comunidad y contribuir a la generación de espacios públicos y de convivencia familiar en la zona”. 

En México DESIGN tuvimos la oportunidad de entrevistar en exclusiva a la arquitecta Tatiana Bilbao.

¿Qué dificultad experimentaste para idear Estoa, teniendo en cuenta la presencia del edificio de Tadao Ando dentro del campus?

Lo difícil fue pensar qué hacer para que el edificio siguiera resaltando de esa forma, siguiera siendo un ícono de la ciudad y el nuestro no le generara ninguna tensión. La oportunidad y la solución era casi obvia. El propósito de Estoa fue otorgarle una cara a la universidad y no competir. Su programa se orienta a la ciudad, se extiende hacia ella y también le da acceso.

¿Cómo genera calidad de vida para las personas este edificio?

Era importante dejar la plaza como tal, pero al mismo tiempo generar una estructura que pudiera darle escala y espacios de esparcimiento. Espacios de estar, de negociación, que realmente integraran a la comunidad estudiantil de la universidad por su programa —que ya estaba definido—, por su desintegración volumétrica, su integración y su paisaje. 

Lo que hicimos fue darle sentido de pertenencia, de espacio a los estudiantes. Que pudieran decir: “Aquí es donde quiero estar y pasar ocho días de mi vida. ¿Dónde me quiero reunir con mis amigos para hacer la tarea? Aquí. No en mi casa, ni en la cafetería, ni en el centro comercial de quien sabe dónde”. Ese fue nuestro reto.

¿Qué lugar tuvo el paisaje, sobre todo pensando en Monterrey?

Primordial. No solo tiene esa fuerza física del edificio icónico de Tadao Ando, sino que también toda esa fuerza geológica tan imponente de alrededor.

Tatiana Bilbao sostiene en sus manos el número 50 de México DESIGN mientras platica con estudiantes al término de su conferencia

Tu primer trabajo como arquitecta independiente fue el Jinhua Architecture Park en China, ¿ha cambiado desde entonces la manera como abordas los distintos contextos?

Jinhua Architecture Park fue el primer edificio que hice como arquitecta independiente y Estoa es el último hasta ahora. Hay un espectro de tiempo muy amplio entre ambos que ha transformado sobre todo en términos estéticos cómo definimos nuestra arquitectura. En Jinhua el reto era encontrar ángulos no descritos, geometrías no descritas. Y aquí es completamente al revés: utilizar la geometría para generar esos espacios. Fue un proceso muy largo. 

En entrevista con Tatiana Bilbao

¿Por qué haces arquitectura?

Todos tenemos un arquitecto dentro, como dice mi padre. Y sí, tal vez yo más, porque en mi familia hay muchísimos arquitectos. Una de las cosas que más me gustan es atender esa necesidad básica del ser humano, la de refugio. Es una responsabilidad muy grande y me da mucho gusto poder participar de ella.

¿Cómo te ha influenciado la profesión de tus papás, que no eran arquitectos sino profesores, fisicomatemáticos?

Totalmente, porque antes que nada me enseñaron a ser un humano responsable del entorno. 

Carlos Vicente Castro, Tatiana Bilbao y Oscar Valdez Santos

Entrevista: Carlos Vicente Castro

Fotos: Oscar Valdez Santos y cortesía de la UDEM

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