¡Habemus planetario en Guadalajara!

De niños nos sentábamos con uniforme en el auditorio curvo para marearnos viendo y aprendiendo sobre las estrellas. Esta experiencia tendrá réplica contemporánea, porque a partir de diciembre niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, estudiantes y, sobre todo, familias, podrán visitar el nuevo Parque Planetario, justo en el Centro Histórico de Guadalajara. El proyecto arquitectónico corrió a cargo de Estudio Toga, comandado por Enrique Toussaint, en colaboración con el diseño industrial de Juan Ignacio Michel, de DIPRO, y los dos visitaron de niños el planetario allá por el zoológico.

 

Equipo de trabajo de DIPRO

 

“En quince meses, con las prisas de las fechas políticas, a partir de una proyección y siempre apoyados por las autoridades estatales, planeamos este espacio de más de 22 mil metros cuadrados y dos mil de construcción. Parque Planetario es un espacio creado con colaboradores, materiales y tecnología nacional”, explica Toussaint, arquitecto reconocido por sus proyectos comunitarios. “Siempre hemos estado interesados en proyectos encaminados a la comunidad, que para bien y para mal, son hechos en su mayoría por el gobierno, así que aquí buscamos un lugar que nos llenara de orgullo, un ícono para la revalorización de la arquitectura tapatía, su visión y tradición, pero también para tomarse una selfie, como nos pidió el todavía gobernador Aristóteles Sandoval”.

 

 

Foto: cortesía de Estudio Toga

 

Afuera del Planetario, las familias podrán interactuar con la ciencia, la cultura y el arte, divertirse en su anfiteatro, un gran centro interactivo, pérgolas y jardines. Adentro de la construcción cilíndrica de más de quince metros de altura y 25 de diámetro, lo mejor de la tecnología astronómica. “El concepto rector del proyecto fue pensar cómo la tecnología se mimetiza con la vida cotidiana, porque eso es lo que está pasando, el espacio y el equipamiento están integrados ya”, dice por su parte Juan Ignacio Michel, director de la firma encargada del diseño industrial de las instalaciones, incluyendo las dos  esferas que componen el domo principal, una para la pantalla y otra de concreto que la envuelve, arquitectura única en su tipo en México.

 

La maravillosa esfera

Lo que resalta del nuevo planetario, sin lugar a dudas, es la forma esférica que cada instante se observa de distinta manera. “Aprendimos que el universo no es algo en equilibrio, y quisimos replicar ese caos ordenado de una forma bella. Platicamos con la Sociedad Astronómica de Guadalajara y nos dimos cuenta de que algo que representa este caos ordenado es una nebulosa, así que justo ese fue nuestro punto de partida”, explica Juan Ignacio Michel.

 

 

“Lo primero fue escanear tridimiensionalmente al domo de concreto ya colado, para capturar también sus imperfecciones. Entonces buscamos materiales y encontramos el cristal templado e impreso de forma digital de alta resolución, usado normalmente en automóviles. Acoplamos la tecnología del diseño paremétrico que permite diseñar mediante un parámetro para que cada pieza resulte diferente, así obtuvimos las mil 800 piezas de cristal distintas entre sí, que envuelven a la esfera, unidas por miles de nodos de acero, también todos diferentes. Cada nodo y cristal tiene grabado un pequeño código en sus puntos de contacto para mapear cada pieza. Además, instalamos 720 lámparas en cada nodo sobre una red eléctrica de alimentación que quedó visible. Ejecutamos el proyecto en cuatro meses, bajo la gama de colores de una nebulosa retratada por laboratorios astronómicos”, narra Juan Ignacio Michel, quien junto al maestro Toussaint, ideó la maravilla que desde hoy, seguramente, será  uno de los más destacados íconos tapatíos, además de fábrica de esas experiencias que desde niños no olvidamos.

 

 

Entrevista: Dolores Garnica

Fotos: Cecilia Santos, cortesía de DIPRO.

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