Enrique Ciriani, Premio Mario Pani 2019

Instaurado en honor del arquitecto que en los cincuentas trazara el mapa de Ciudad Satélite, reconocida por las icónicas torres proyectadas por Mathias Goeritz y Luis Barragán, el Premio Mario Pani, otorgado por la Escuela de Arquitectura de la Universidad Anáhuac, es este año para el arquitecto peruano francés Enrique Ciriani.

 

 

Personalidades de la talla de Dominique Perrault, Zaha Hadid o Richard Rogers han sido condecoradas con este galardón, que premia la trayectoria de quienes promueven la excelencia en el diseño arquitectónico.

Buena parte de la obra de Ciriani se ha realizado en Francia, adonde emigró en 1964 dejando tras de sí una carrera en ciernes en Lima. Su trabajo, desde su país de origen, se enfocó en la construcción de viviendas populares, como la Unidad Vecinal Matute, erigida antes de su partida, en 1962.

 

 

Ya en París, se desempeñó primeramente como profesor y teórico, hasta abrir su propio despacho en 1976, con el que desarrollaría edificios de vivienda: los departamentos en Marne, Noisy-le-Grand, o los de Saint-Denis, además de proyectos museográficos.

 

 

 

En el marco de Mextrópoli 2019, Enrique Ciriani dio una cátedra sobre su trabajo. Para él, lo más importante de la ciudad es la vivienda, ya que a través de hacer vivir mejor a la gente se puede avanzar. Además, se mostró como un férreo defensor de la arquitectura moderna, que en sus palabras debe tener fluidez, estar abierta al infinito y ser libertaria.

Su obra tiene una fuerte influencia de LeCorbusier, quien, relata Ciriani y poniendo de ejemplo el Pabellón del Espíritu Nuevo, cambió los que eran considerados conceptos físicos por conceptos mentales: así, el interior y el exterior se convirtieron en el adentro y el afuera, generando entonces una igualdad entre los vacíos y el lleno.

Las aportaciones de Enrique Ciriani a la construcción y defensa de la vivienda social, reinterpretadas en términos lecorbuserianos, junto con sus otros proyectos culturales tanto en Perú como en Francia, lo hicieron merecedor de la Medalla de Oro de la Academia de Arquitectura Francesa en 2012. Y su trayectoria, será homenajeada ahora en Mextrópoli.

 

Texto: Yaheli Hernández

Fotos: Marisa Benabib

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